miércoles, 20 de junio de 2012

¿Qué haces aquí?



¿Qué haces aquí? ¿A qué has venido? No sabes la decisión que acabas de tomar sin darte cuenta, estás metido tío, ya estás dentro, aunque tú creas que acabas de salir de un sitio opresivo te puedo asegurar que lo que te espera es tan peor que muchas veces desearás volver a entrar ahí, pues nadie te iba a hacer daño.

Bienvenido a nuestro mundo, un lugar cruel donde a la gente se la mide en función de un papel al que llamamos dinero. Te dirán que el trabajo dignifica, pero yo discrepo, cuando tengas un trabajo tendrás que aprender a colgar tu personalidad en el perchero de la entrada, y recogerlo cuando te vas si no quieres volverte alguien frío y sin principios.

Te darás cuenta de que en el mundo hay más gente buena que mala pero son los malos los que tienen más fuerza y los que mandan. Los principios los verás en la gente que peor esté, esos son los que valoran realmente la vida y los que saben apreciar lo importante.

Y si eres listo te darás cuenta de que salir de todo esto es tan difícil que lo mejor que puedes hacer es intentar montártelo lo mejor posible.

Buena suerte, ¡la necesitarás!

Escultura: Ron Mueck, "The baby"

jueves, 14 de junio de 2012

Tempus fugit



Un grito mudo, un grito sordo, un grito de ayuda. Grito que me siento rodar cuesta abajo y sin frenos, a lo que se supone que llaman estabilidad y que ni siquiera alcanzo a mirar.

Grito que me siento llena por fuera y vacía por dentro, sigo las normas, sigo la senda, pero sé que nada es real, que todo es producto de la sociedad, de sus ideales, de sus promesas.

Grito en silencio, grito que me siento muy cansada, que mis ojos se visten de malva y mi sonrisa se torna ácida.

Quiero que acabe ya todo esto, para bien o para mal pero que simplemente se acabe. Día tras día organizando cada minuto y cada segundo para que no se me escape el tiempo entre mis dedos, y no solamente se escapa sino que encima se atreve a volar.

Fuente: El grito. Edvard Munch