jueves, 14 de junio de 2012

Tempus fugit



Un grito mudo, un grito sordo, un grito de ayuda. Grito que me siento rodar cuesta abajo y sin frenos, a lo que se supone que llaman estabilidad y que ni siquiera alcanzo a mirar.

Grito que me siento llena por fuera y vacía por dentro, sigo las normas, sigo la senda, pero sé que nada es real, que todo es producto de la sociedad, de sus ideales, de sus promesas.

Grito en silencio, grito que me siento muy cansada, que mis ojos se visten de malva y mi sonrisa se torna ácida.

Quiero que acabe ya todo esto, para bien o para mal pero que simplemente se acabe. Día tras día organizando cada minuto y cada segundo para que no se me escape el tiempo entre mis dedos, y no solamente se escapa sino que encima se atreve a volar.

Fuente: El grito. Edvard Munch



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